Federico Martín Bahamontes es mundialmente conocido como “el Águila de Toledo”.
Esta denominación tiene su origen en 1954, tras ganar su primer premio de la montaña del Tour en su primera participación en la ronda gala. Un periodista francés acudió a Toledo a entrevistar a Federico. Quedaron en la Puerta de Bisagra y el gran escudo imperial llamó la atención del francés que, intrigado, preguntó a Federico: “Ese escudo, ¿qué es?”.
– Es el Águila de Toledo, respondió Federico.
Nada más dijo el periodista al campeón toledano en referencia a este asunto. Pasados unos días, cuando la entrevista fue publicada, Federico comprobó con sorpresa y agrado que en ella ya había sido bautizado como “el Águila de Toledo” como recuerdo a ese momento en que ambos habían compartido en la ciudad imperial a la sombra de la centenaria Puerta de Bisagra. Desde luego, una decisión muy acertada, pues ningún animal representa mejor a Toledo (no en vano es su escudo) ni hay un ave que se asocie mejor al dominio majestuoso de las montañas, tal como Bahamontes demostró al ganar hasta en seis ocasiones el gran premio de la montaña del Tour.